viernes, 11 de octubre de 2024

Diagnosticando en Igualdad

1. La Ley 2/2023, de 22 de marzo, del Sistema Universitario pone gran atención en la Igualdad en los centros universitarios. Dentro del cumplimiento de esa legislación, la Universidad de Málaga – UMA desarrolla desde hace años diferentes políticas en materia de Igualdad que, sin duda, optimizan que la enseñanza y la aplicación social de esas iniciativas cumplan con la transversalidad de género en las entidades y administraciones públicas.


Dentro de las mencionadas políticas, la UMA, en cumplimiento con la Ley 12/2007, de 26 de noviembre, para la promoción de la igualdad de género en Andalucía lleva a cabo el siguiente punto:

5. Todas las universidades de Andalucía elaborarán y aprobarán un plan de igualdad y prevención de la discriminación, que implicará al proyecto educativo, laboral, investigador y social de la universidad y que tendrá un carácter cuatrienal. Para su elaboración podrán contar, de ser preciso, con el asesoramiento del Instituto Andaluz de la Mujer.

De esta forma, actualmente se encuentra en cumplimiento el IV Plan de Igualdad de la Universidad de Málaga 2023-2026, en el que se analiza pormenorizadamente todas y cada una de las situaciones y perspectivas que afectan o pueden afectar a la igualdad en el contexto universitario.

De esta forma, analizaré la medida andaluza sobre esos planes de igualdad en las Universidades de esta CCAA, pero desde la perspectiva de su aplicación en la Universidad de Málaga, que servirá para ejemplificar los beneficios y detección de necesidades en Igualdad en este centro público de enseñanza.

2. La Universidad de Málaga deja claro en la introducción de presentación del IV Plan que uno de sus objetivos como servicio público es el de dar cumplimiento a uno de los valores superiores de nuestro orden jurídico, como es, entre otros, el de la igualdad.

La elaboración de este IV plan clarifica la implicación y transparencia también necesarias en materia igualitaria, es decir, indicar todo lo positivo que ya se realiza, pero también detectar dónde se debe seguir trabajando para mejorar y encontrar los puntos débiles. La Universidad es, en muchos casos, el acceso a la vida adulta, donde las próximas generaciones se forman, pero también donde se aprenden roles y/o comportamientos sociales o se forjan nuevas relaciones personales. Es por todo ello que lo allí se produzca, de lo que se hable o cómo se presente, tenga una significancia trascendental para la sociedad. La detección de dónde se encuentran las necesidades de mejora en materia de igualdad y su posterior alcance conllevará generaciones más igualitarias, máxime cuando actualmente se está detectando en algunas ocasiones un retroceso juvenil hacia comportamientos más arcaicos o incluso conductas machistas en sus relaciones.

Sin duda, este Plan de Diagnóstico impacta en los roles de género, ya que, en su desarrollo se han detectado significativos datos que, tras su estudio y con las técnicas adecuadas, podrán ser mejorados. Pongamos dos ejemplos:

  • Al analizar la composición del personal de la UMA, aparecen datos significativos como que el 80% de las cátedras de la Universidad están ocupadas por hombres o que el personal administrativo es mayoritariamente femenino (75%) y el informático masculino.
  • En cuanto al estudiantado, también hay cifras que llaman la atención, sobre todo en la elección de carrera universitaria. En Psicología/Logopedia, el 75% de su alumnado está formado por mujeres. Sin embargo, Telecomunicaciones tiene tan solo un 15,9% de chicas en sus clases. Para mayor ejemplo, en el curso 21/22 de las 28 personas matriculadas en el doble grado de Ingeniería Eléctrica y Mecánica ninguna era mujer.

La obtención de datos como estos sin duda favorece a localizar dónde debe situarse la atención para erradicar esa disparidad en la realidad universitaria en particular y la social en lo general. Son situaciones que representan el contexto actual, que afectan a las mujeres en su formación académica y su paso a la vida adulta y donde el compromiso de la Administración Pública debe ser total.

3. Uno de los aspectos positivos de la creación de estos planes es que recogen la realidad de su aplicación, las iniciativas que se han llevado a cabo realmente y cuáles no, además de detectar dónde debe incidirse en planes posteriores al sacar a la luz las deficiencias que puedan encontrarse.

Por citar algún ejemplo, el III plan contemplaba la necesidad de promover un uso no sexista en el lenguaje universitario. Analizados los datos de los últimos años, se ha detectado que todavía el lenguaje masculino es superior al inclusivo en las guías didácticas y demás contenidos. De esta forma, detectando el problema, es más sencillo encontrar alicientes o herramientas para remediarlo, como, en este caso, la creación de las Distinciones de Igualdad I e I+ a aquellas titulaciones con exclusivo lenguaje no sexista.

Además, expone una relación de las actividades llevadas a cabo, como diferentes premios otorgados a profesoras y/o alumnas, que reconocen sus méritos de forma pública, invitando así a que su esfuerzo sea público, pero también favoreciendo el ejemplo hacia otras mujeres e invitándolas a poder llevar a cabo aquello que deseen.

No únicamente el resumen de objetivos del Plan es positivo. También con él se detectan, como ya he indicado, importantes deficiencias que deben mejorarse, que es lo positivo de políticas como estas. Llama significativamente la atención que, como indican, todavía no hayan incluido materias de Igualdad de género en los temarios de oposiciones y concursos para el acceso a todas las escalas de Administración de la UMA o que las actividades proyectadas que no se han llevado a cabo estén más relacionadas con el área de la investigación o la ciencia, materias donde tradicionalmente la presencia masculina es mayor y es necesario el fomento de la paridad en su cotidianidad.

4. A lo largo de todo este análisis, ha quedado expuesto que considero estos planes de forma muy positiva como política de igualdad. Pensemos en las cosas que se están llevando a cabo en nuestras universidades. ¿Algo funciona? Potenciémoslo. ¿Algunas cifras no encajan? Analicemos qué hacemos mal y pongamos remedio y nuevo rumbo.

Para avanzar hay que analizar, pero también trabajar. Crear herramientas, planes e iniciativas que ayuden a ir adelante. Webs, campañas, protocolos, formaciones, actividades saludables… Mil ideas que surgen cuando analizas verdaderamente tu realidad y cómo cambiarla. En todo ello el papel de la Administración Pública y, en este caso, del sistema educativo, es piedra angular para cambiar el destino de las nuevas generaciones.

Cierro esta actividad mencionando la campaña ‘No dejes la violencia en visto’, realizada por esta Universidad de Málaga hace pocos meses y que fue premiada por el Ministerio de Igualdad. Utilizando un lenguaje joven y directo, utilizaron las propias instalaciones del Campus para hacer llegar el mensaje a toda la comunidad universitaria, colocando mensajes que bien podrían ser un mensaje en una red social o en un chat. Muchos de esos mensajes fueron colocados en los baños de las facultades, para crear impacto y la sensación de un reflejo que puede afectar a cualquier persona. Se estima que esta campaña tuvo un alcance de unas 40.000 personas: https://www.uma.es/unidad-de-igualdad/info/144894/campana-no-dejes-la-violencia-en-visto/


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